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pabellones de los reyes, con los estandartes al viento, un orgullo huero comparado con el poder del Caos. Muchos
de los seres humanos apenas se diferenciaban de las criaturas del Caos; sus formas habían cambiado increíblemente
bajo la influencia del Caos.
 Es evidente que la influencia deformante del Caos se hace cada vez más fuerte entre las filas humanas 
masculló Elric dirigiéndose a sus amigos, mientras observaban el panorama desde sus caballos . Esto seguirá así
incluso después que Jagreen Lern y los reyes traidores acaben de perder lo poco de humano que les queda para
convertirse en una fracción de la agitada materia del Caos. Esto significará el fin de la raza humana, la humanidad
dejará de existir para siempre, devorada por las fauces del Caos.
«Amigos míos, estáis contemplando los últimos vestigios cíe la humanidad, exceptuándonos a nosotros mismos.
Pronto ya no habrá forma de distinguirla de lo demás. Todo este territorio inestable está bajo la bota de los Señores
del Caos y gradualmente irán absorbiendo toda la tierra para incorporarla a su reino y a su propio plano. Al
principio, volverán a moldearla y después la robarán del todo; para ellos no será más que un montón de arcilla a la
que le darán las formas grotescas que más les plazcan.
 Y nosotros pretendemos impedir eso  dijo Moonglum, desesperanzado . ¡No podremos, Elric!
 Debemos seguir luchando hasta que hayamos vencido. Recuerdo que Sepiriz dijo que si Pyaray, comandante
de la Flota del Caos, es eliminado, las naves mismas dejarán de existir. Y estoy decidido a comprobarlo. Además,
tengo presente que mi esposa puede estar prisionera en uno de sus barcos, o en el de Jagreen Lern. Tengo tres
buenos motivos para arriesgarme.
 ¡No, Elric! ¡Sería un suicidio!
 No os pido que me acompañéis.
 Si vas, iremos contigo, pero no me gusta.
 Si un hombre no tiene posibilidades de vencer, tampoco las tendrán tres. Iré solo. Esperadme aquí. Si no
regresara, entonces intentad llegar a Melniboné.
 ¡Elric...!  gritó Moonglum, y luego se quedó mirando cómo el albino, con su Escudo del Caos vibrante,
espoleaba su corcel nihrainiano y se lanzaba al galope hacia el campamento.
Protegido de la influencia del Caos, Elric fue avistado por un destacamento de guerreros cuando se aproximó al
barco al que se dirigía. Lo reconocieron y cabalgaron en dirección a él dando voces.
Se les rió en la cara.
 ¡El forraje que mi espada necesita antes del banquete que se dará en el barco!  gritó cortándole la cabeza al
primero que se le puso al lado como si fuera una flor silvestre.
Seguro tras su escudo, repartió mandobles con gran ahínco.
Como Tormentosa había matado a los dioses aprisionados en los saúcos, la vitalidad que la espada le transmitía
era casi ilimitada; sin embargo, cada alma que Elric robaba a los guerreros de Jagreen Lern constituía una fracción
de la venganza que había jurado. Contra los hombres era invencible. Partió a un guerrero de gruesa armadura desde
la cabeza hasta la entrepierna, atravesó la silla de montar y seccionó en dos el espinazo del caballo.
Los demás guerreros retrocedieron de repente y Elric notó que su cuerpo se estremecía con extrañas
sensaciones, sabía que se hallaba en la zona de influencia ejercida por los barcos del Caos y sabía también que el
escudo lo protegía de ella. Se encontraba parcialmente fuera de su plano terrestre y existía entre su mundo y el del
Caos. Desmontó del corcel nihrainiano y le ordenó que esperase. De las enormes bordas de la nave más próxima
colgaban muchísimos cabos; Elric comprobó horrorizado que otras figuras estaban subiendo por las cuerdas y
reconoció a varios hombres que había conocido en Karlaak. Pero antes de que lograra llegar al barco se vio rodeado
por todo tipo de espantosas formas, cosas que volaban sobre él lanzando chillidos, con cabezas humanas y picos de
ave, cosas que salían retorciéndose del suelo humeante para golpearlo, cosas que se arrastraban, maullaban y
gritaban tratando de tirar de él. Revoleó a Tormentosa con desesperación abriéndose paso entre las criaturas del
Caos, protegido por el vibrante Escudo del Caos, sin el cual se habría transformado en algo parecido a aquellas [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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